¡Hola! He comenzado este año posteando una traducción de un artículo escrito por Monica Gabriel titulado: “Announcing my engagement on facebook taught me something important about marriage”. Ha sido un gusto traducirlo porque creo que puede ser muy útil para las personas que aspiran a un matrimonio duradero y también para personas recién casadas. En algún momento me veo recorriendo ese camino y creo que este texto nos dará una mirada más amplia acerca del impacto que tienen nuestras amistades antes y después del matrimonio. Este artículo lo pueden encontrar en la página de Verily que es una revista digital para mujeres millenials con excelente contenido, muy variado y entretenido. ¡Recomendada! Aquí les va el artículo en español:
Hace poco pensaba que conocer al hombre de mi vida, comprometerme y empezar una familia se trataba absolutamente de mí (y de mi futuro esposo, por supuesto). Pero no fue hasta que anuncié mi compromiso en Facebook que fue donde descubrí cuan equivocada estaba.
El día que mi novio, Joe, me hizo la gran pregunta, fue el día más emocionante de mi vida. Ese momento fue nuestro, para soñar y literalmente planear nuestra vida juntos. Nos comprometimos en la cima de una montaña en el sendero de los Apalaches y recuerdo haber pensado que quería que se detuviera el tiempo, quería que nos quedáramos así para siempre. Mientras estábamos arriba contemplábamos el paisaje, estábamos totalmente y felizmente solos y la verdad no quería pensar en el estrés que vendría después de contar la noticia a todos, estaba muy feliz pero quería tranquilidad.
He escuchado esas historias donde hay problemas con la familia política, de todas las demandas para organizar la boda, los montones de consejos que empiezas a recibir (sin siquiera pedirlos) y así podríamos seguir. No quería nada de eso. Pero cuando finalmente bajamos de la montaña, nos tocaba comunicar la gran noticia. Primero fue llamar a nuestros familiares y amigos más cercanos, luego actualizamos nuestro estatus sentimental en Facebook junto a mi selfie favorita de ese día.
Hubo una explosión de emoticones por todos lados.
Pequeñas caritas amarillas sonriendo, llorando lágrimas de alegría, mandándonos besos y abrazos. Las palabras no bastaban para nuestros familiares y amigos. Nos enviaron cada emoticón feliz que pudieron. La recepción de la noticia fue un estallido de amor y de apoyo. Donde sea que íbamos nuestra noticia era recibida con expresiones de alegría verdadera de grandes amigos, de conocidos e inclusive de completos extraños. Los comentarios, las cartas – y sí, incluso el consejo – me dejó con una comprensión más profunda de lo importante que nuestro matrimonio es para nuestra comunidad , una comunidad que, gracias a Facebook y a las demás redes sociales, se extiende a través de países, continentes y océanos.
Nuestro matrimonio no solo era “nuestro asunto”, como anteriormente creía. Tampoco nuestra boda era simplemente un momento en que nuestras amistades estarían ahí presenciando el compromiso de amor que tenemos del uno con el otro, era algo con mucho mas significado. En esos primeros días de comprometidos y mucho más ahora que Joe y yo estamos a menos de un mes de casarnos, he sentido cuán importante son todos a quienes llamamos amigos (si, inclusive los amigos de las redes sociales) y que además muchos nos acompañarán el resto de nuestra vida de casados.
“La vida es un esfuerzo conjunto” así lo explica el terapista Zach Brittle. “Si estas interesado seriamente en casarte, tu necesitarás la ayuda y el apoyo de tu comunidad.” Brittle explica también que aquellos a los que le compartimos nuestra vida serán nuestros defensores, serán los que nos darán ánimo, y consejos. Las personas quienes han estado alrededor apoyándonos durante nuestro compromiso y quienes estarán allí durante nuestra boda serán las mismas personas a las que acudiremos cuando tengamos momentos duros, cuando nuestro amor o nuestra familia estén en crisis.
De verdad, creo que fue tonto creer que mi matrimonio solo me corresponde a mí y a mi pareja. Personalmente he sido testigo de las muchas veces de la fidelidad que amigos, familia y extraños han tenido frente a una pareja en crisis. Puedo contarles cuando mi hermana y su esposo perdieron a su hijo más pequeño, los que estuvieron con ellos en su boda y algunas otras personas nuevas que entraron en sus vidas, estuvieron allí velando por su familia, apoyándolos de nuevo con bondad, amor y con sus oraciones. Ellos no estuvieron solos cuando estadísticamente llegaron a un punto alto de crisis. Su amor, afortunadamente no lo mantuvieron para ellos mismos, fue creciendo gracias al acompañamiento de su comunidad y volvió a florecer gracias a ello.
El matrimonio es unitivo, no solo para las parejas que eligen casarse sino también para todos quienes están a poyando a esa pareja. Cuando Joe y yo anunciamos nuestro compromiso, todos esos emoticones, cartas emotivas, buenos deseos y oraciones fueron más que un “¡Felicidades!” para nosotros. Fue una comunidad haciendo más fuerte su vínculo fraternal y gracias a esto nos mantendremos más seguros y más juntos de ahora en adelante.
Sé que no todo el mundo tiene la suerte de contar con el apoyo que Joe y yo hemos recibido previo a nuestro matrimonio. Pero sinceramente desearía lo mismo para cada pareja joven. Nunca más me permitiré pensar en mi compromiso de amar a Joe como algo muy aparte de mi familia y amigos. Quiero que nuestro matrimonio esté fuertemente entrelazado en las vidas de nuestras familias y seres queridos para poder apoyarnos los unos a los otros cada vez que la vida nos pruebe en las dificultades.
Traducción y adaptación: Michelle Andina Z.
Escrito en inglés por: Monica Gabriel para Verily
http://verilymag.com/2016/01/engagement-announcement-social-media-marriage-community